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Luego de todo el ruido que se hizo antes de la WSOP que PokerStars compraría Full Tilt , la discusión se ha diluido, sin ningún detalle desde entonces. El jugador profesional Matt Glantz cree que esas conversaciones han llegado a un ime y que un acuerdo a estas alturas es “solo esperanza y nada más”.
Glantz escribió sobre esto en la revista y dice que “habrían pocas cosas mejores para la comunidad del poker que una negociación exitosa luego del desastre que en algún momento se llamó Full Tilt.” Tal como dice Glantz, pocas cosas serían más alegres para el mundo del poker que ver a los jugadores con sus manos en su dinero, pero el acuerdo entre PokerStars y el DoJ tiene todo para fallar.
El primer punto de negociación – que se ha creído cierto por toda la comunidad del poker – es que PokerStars quiere eliminar la competencia y mantener su reinado a toda costa, además de evitar cualquier acción legal en su contra, ya que aún no están 100% a salvo. Este es un punto complicado, ya que el DoJ tiene varios buenos casos contra PokerStars, por lo que se ve difícil que hagan vista gorda a esos casos.
El segundo punto es el más importante. Con este acuerdo, PokerStars está buscando hacer nuevos amigos e ingresar tranquilamente al mercado estadounidense. Glantz cree que el DoJ no tiene la autoridad para tener alguna influencia en ese punto, ya que no existe aún una legislación federal para el poker online. El DoJ podría permitirles regresar a los EE.UU. en el futuro, pero tienen que convencer a los estados individualmente, que son completamente autónomos en estos aspectos.
Además de esto, la competencia interna es feroz y los gigantes de los casinos en vivo no quieren ver a PokerStars en EE.UU. y seguramente el lobby para alejarlo es feroz. Nadie quiere PokerStars metiendo las narices en este nuevo mercado, fresco para ser explotado por los casinos de siempre, que te siguen desde el boulevard hasta la casa.
Glantz termina el blog explicando que “intento ser realista y utilizo el sentido común, sin sueños ni esperanzas” y agrega que “mientras escribo esto, un accionista mayoritario me ha dicho a la cara específicamente que el acuerdo ya era cierto, pero se atrasó por esta o esta otra razón. Espero de corazón que estén en lo cierto, pero desgraciadamente para mí no pasan de sueños y esperanzas”.