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El plan original de Laak era terminar el reto al llegar a las 80 horas de juego, pero logró continuar en la partida y superó el récord de Paul Zimbler por 38 horas.
Laak durmiendo pacíficamente.
Después de superar las ochenta horas mínimas para romper el récord, un doctor examinó la salud de Laak y confirmó que estaba en condiciones de seguir jugando. Con el respaldo médico, Laak continuó y en las siguientes horas, además de jugar, aprovechó sus breaks para hacer yoga, ejercicio y ducharse.
Cuando finalmente dio por terminada la sesión, había perdido aproximadamente tres kilos. Laak no sólo consiguió poner su nombre en el famoso libro de récords, sino que terminó la partida con un beneficio de US$6.766, aproximadamente US$60 por hora.
Phil donará todas las ganancias a la fundación Camp Sunshine, cuyo objetivo es apoyar a las personas que sufren enfermedades degenerativas.
“Fue todo muy divertido y, por supuesto, hubiera sido imposible sin la compañía de todos mis amigos. Este ha sido uno de los viajes más fantásticos que he hecho, maravilloso en muchos niveles. Gracias a todos los que compartieron esta odisea conmigo”, fueron las palabras de Laak al levantarse de la mesa después de 115 horas de juego.
Laak ha dejado la vara muy alta, por lo que si alguien se atreve a intentar superarlo, tendrá que prepararse muy bien.
Bernardo Domingues
Editor Periodístico PokerChile.